Nacido en Marsella en 1953, Bernard Gorgeon empezó a escalar en las Calanques a la edad de diez años. Allí trabajó durante unos diez años como guía de montaña. Con algunos amigos leales, abrió numerosas rutas en la región hasta los acantilados del Verdon, donde vive desde hace unos cuarenta años.
Con Patrick Edlinger, icono de toda una generación, y sus amigos de la época, Bernard Gorgeon participó en el desarrollo de una cultura basada en la frugalidad y el inconformismo, el gusto por la libertad y el rock. Es este estilo de vida ausente que descubrimos a lo largo de esta historia, con su filosofía, sus valores, su fraternidad, este espíritu tan particular de escalada y amistad que hace la belleza de la escalada y de la montaña.
En 2021 publicó el libro “Une Vie à Grimper” de Glénat.