Los hermanos James, hartos de ser proscritos durante décadas, se dedican a sus granjas y su ganado. Uno de los miembros de la antigua banda, Bob Ford, asesina a Jesse en su casa, cuando el pistolero colocaba un cuadro. Su hermano jura vengarle, y aunque al cabo de mucho tiempo el asesino cree estar a salvo, la sombra de Frank James es alargada. Western discreto al que se le nota demasiado su procedencia televisiva, aunque la presencia de Cash como Frank James le otorga un cierto poso de calidad, beneficiado también por una correcta puesta en escena.